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Aqui está o Caminho
de Kodo Sawaki

O mestre Kodo Sawaki dizia: "Os homens, desde um ponto de vista biológico, são como fungos. Cada um arbitrariamente cria categorias como: um general, um homem rico, um homem pobre, etc. Mas não são mais que fungos que vieram em um sopro durante a noite. Ademais, fungos que só existem no mundo do sonho, nada mais. Suas categorias não são mais que esse sonho."

Despertar-se significa manter de maneira inquebrantável a unidade com o universo. Porque somos unidade com o universo temos a vida e devemos atuar segundo esta unidade.

Mas os seres humanos jogam as escondidas durante toda a vida. Existem as coisas que preferem e as que detestam, e logo, vão penando atrás de sua preferencia, sofrendo por no poder agarrá-la, como sofrem também por no poder escapar do que eles não gostam. E continuam assim até o caixão. É o que se chama a transmigração.

Zazen é o mundo onde se alcança a última meta. Tratar de negociar com o dharma, com a verdade, é pura superstição.

O dharma significa que o homem deve perder para ele. É o que se chama a dádiva, fuse. Tem que perder. Se alguém me dá algo, no há nenhuma esperança de retorno. Se agradeço a dádiva, o doador se enche de orgulho, se não lhe agradeço lamenta seu gesto. Apesar de tudo, essa dádiva é como o zazen: feliz, inesquecível durante toda uma vida. Pacientemente permaneço em silêncio. Criar nossa própria coisa que abraça o universo inteiro, é o sentido profundo de zazen. Praticar zazen é o bem mais precioso, o mais alto, o mais importante entre todas as coisas que se possa fazer. Zazen é a vida de todos os textos sagrados, zazen es la expressão viva de todas as escrituras.

Se o ser humano crê que está só, não é outra coisa que um animal. Existe nele um apetite por alimento, por sexo, e é tudo. Quer dinheiro, uma casa, diversões. Mas a medida que envelhece, as diversões se tornam cada vez mais complicadas. No princípio basta com o seio da mãe, logo precisa caramelos, bolotas, uma bicicleta, una câmara fotográfica, obras de arte, quadros... e no final, um caixão.

Zazen no é algo ordinário. Pelo contrário, é um ensinamento extraordinário. Por que? Porque expulsa todos os desejos humanos.

Se buscam o satori, não são mais que mendigos. Não desejar dinheiro, não desejar a vida, não desejar a fama, não desejar nada de nada, simplesmente fazer zazen. Isso é hishiryo, o pensamento infinito.

Quando fazemos zazen transcendemos todos os mundos. Fazemos zazen, mais o que faz zazen? O zazen deve ser autêntico. A condição do espirito é primordial. Durante zazen nós mesmos e o meio somos a unidade, já não há desejos em nosso reino.

Temos que regressar a um mundo sem fabricações. Nosso mundo está deformado por fabricações que acarretam outras fabricações vestidas e decoradas com papelzinhos brilhantes. E tudo para não olhar para entro. Assim é o mundo do homem comum.

O que devemos fazer é dar um grande soco no nariz do animal ser humano e dizer-lhe: "Aqui está o Caminho", e criar, com todos os outros, o homem eternamente imortal. É o único que pode chegar a ter algum valor.




Aqui está o Caminho1

El maestro Kodo Sawaki decía: "Los hombres, desde un punto de vista biológico, son como hongos. Cada uno arbitrariamente crea categorías como: un general, un hombre rico, un hombre pobre, etc. Pero no son más que hongos que vinieron en un soplo durante la noche. Además, hongos que sólo existen en el mundo del sueño, nada más. Sus categorías no son más que ese sueño."

Despertarse significa tener de manera inquebrantable la cosa que es unidad con el universo. Porque somos unidad con el universo tenemos la vida y debemos actuar según esta unidad.

Pero los seres humanos juegan a las escondidas durante toda la vida. Están las cosas que prefieren y las que detestan, y luego, van penando detrás de su preferencia, sufriendo por no poder atraparla, como sufren también por no poder escapar de lo que no les gusta. Y continúan así hasta el ataúd. Es lo que se llama la transmigración.

Zazen es el mundo en donde se alcanza la última meta. Tratar de negociar con el dharma, con la verdad, es pura superstición.

El dharma significa que el hombre debe perder para él. Es lo que se llama el don, fuse. Tienen que perder. Si alguien me da algo, no hay ninguna esperanza de retorno. Si agradezco el don, el dador se infla de orgullo, si no le agradezco lamenta su gesto. A pesar de todo, ese don es como zazen: feliz, inolvidable durante toda una vida. Pacientemente permanezco en silencio. Crear nuestra propia cosa que abraza el universo entero, es el sentido profundo de zazen. Practicar zazen es el bien más precioso, el más alto, el más importante entre todas las cosas que puedan hacerse. Zazen es la vida de todos los textos sagrados, zazen es la expresión viva de todas las escrituras.

Si el ser humano cree que está solo, no es otra cosa que un animal. Existe en él el apetito por el alimento, por el sexo, y es todo. Quiere dinero, una casa, juguetes. Pero a medida que envejece, los juguetes se vuelven cada vez más complicados. Al principio alcanza con el seno de la madre, luego precisa caramelos, pelotas, una bicicleta, una cámara, obras de arte, cuadros... y al final, el ataúd.

Zazen no es algo ordinario. Al contrario, es una enseñanza extraordinaria. ¿Por qué? Porque expulsa todos los deseos humanos.

Si quieren el satori, no son más que mendigos. No desear dinero, no desear la vida, no desear la fama, no desear nada de nada, simplemente hacer zazen. Eso es hishiryo, el pensamiento infinito.

Cuando hacemos zazen trascendemos todos los mundos. Hacemos zazen, pero ¿qué hace zazen? El zazen debe ser auténtico. La condición del espíritu es primordial. Durante zazen nosotros mismos y el medio somos unidad, ya no hay deseos en nuestro reino.

Tenemos que regresar a un mundo sin fabricaciones. Nuestro mundo está deformado por fabricaciones que acarrean otras fabricaciones vestidas y decoradas con papelitos brillantes. Y todo para no mirar adentro. Así es el mundo del hombre ordinario.

Lo que debemos hacer es dar un gran puñetazo en la nariz del animal ser humano y decirle: "Aquí está la Vía", y crear, con todos los otros, el hombre eternamente inmortal. Es lo único que pueda llegar a tener algún valor.


  1. Extraído da Revista "Punto de Encaje" ( www.zen-deshimaru.com.ar)



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